Razones psicológicas para el insomnio

¡Encontrar el diagnóstico correcto!

Los trastornos del sueño originados por problemas psicológicos son significativamente más comunes que los problemas de sueño cuya causa es una fisiopatología.

A menudo, el origen del trastorno del sueño, por tanto, hay que buscarlo en un problema mental ya que el trastorno del sueño es un síntoma de dicho problema. Aunque a veces sucede que la causa no es una enfermedad, sino simplemente un estado psicológico que nos lleva a padecer trastornos del sueño. En cualquier caso, se debe aclarar cuál es la causa psicológica para tratar el trastorno del sueño lo mejor posible; especialmente en los casos en los que se sospeche de enfermedad mental.

A veces son problemas pasajeros que aparecen en el trabajo y en la familia y que una vez resueltos los problemas, siempre que no se trate de un periodo largo, volvemos a dormir de nuevo.

Desencadenante: El día a día

Problemas con los colegas, temores existenciales como la posible pérdida del empleo, un error cometido en el trabajo con graves consecuencia, la empresa familiar que va cada vez a menos o una excesiva carga de trabajo son sólo algunos de los ejemplos que conducen al estrés en la vida cotidiana. Y justo este estrés diario es el que a menudo nos conduce a no poder dormir. Es justo por la noche cuando comienzan muchas personas a reflexionar sobre sus problemas diarios. No podemos quedarnos dormidos y encima por la mañana estamos desvelados en la cama.

Los estados depresivos pueden ser en algunas ocasiones responsables

Las posibles causas de la depresión o estados depresivos son complejas.

Como parte de la depresión están implicados muchos neurotransmisores diferentes, que no funcionan como deberían y si estos no funcionan correctamente nos pueden llevar a padecer una depresión.

El neurotransmisor melatonina desempeña un papel importante cuando hay problemas de insomnio. La melatonina es una hormona que se origina de la serotonina y que tiene mucha influencia en el cerebro en el ritmo día-noche, es decir, nuestro ritmo biológico. Por lo general, su nivel es muy alto por la noche y por la mañana o durante el día vuelve a regularse de nuevo, ya que se degrada a través de la luz; ya que si esto no sucediera y el nivel siguiese siendo demasiado alto durante el día, nos encontraríamos deprimidos. Este es el motivo por el que en los países del norte de Europa hay muchas personas que padecen depresión en invierno por la falta de luz. Aquí sucede lo mismo, aunque en menor medida.

Esto es por supuesto sólo una de muchas causas que puede desencadenar una depresión y con ello el insomnio.

La ansiedad y el pánico nos llevan a la intranquilidad

Otra de las causas del insomnio puede ser la ansiedad y los ataques de pánico. Si por cualquier razón, justo antes de irnos a dormir, estamos preocupados o ansiosos para relajarnos, al final no nos podremos dormir.

Algo similar sucede con las obsesiones, porque en esos casos estamos tan ocupados con nuestras obsesiones que no podemos encontrar la paz.

Irse a la cama con una preocupación u obsesión nos despertará por la noche, ya que el cerebro no está del todo tranquilo.

La frontera entre los ataques temporales y permanentes que se producen entre unos días de mal dormir y un insomnio profundo es muy débil, por lo que si llevamos pocas semanas padeciendo insomnio no estaría de más consultarlo con un especialista. Lo que empieza siendo un leve problema si no se llega a controlar puede llegar a ser algo más grave.

Las adicciones también pueden afectar al sueño

Las diferentes adicciones afectan también negativamente a un patrón de sueño saludable. La primera de ellas es el consumo excesivo de alcohol. El alcoholismo es, en mi opinión, la forma más extendida y socialmente aceptada de adicción. El alcohol relaja los músculos, lo que a menudo provoca ronquidos, que a su vez convierten nuestro descanso en un sueño pobre y perturbado. Muchas personas piensan que una copita o dos de vino tinto es bueno para el insomnio, ya que a muchas personas les produce sueño, el problema es que puede que nos ayude a dormirnos, pero pasadas varias horas nos hace tener un sueño ligero y perturbador que no nos deja dormir.

Además del alcohol, está el abuso de drogas y el exceso de nicotina. La dependencia, tanto como la abstinencia a la nicotina produce que tengamos un sueño poco saludable. Aparte de la presión arterial alta, es el amoniaco, que existe en muchas sustancias nocivas, otra de las causas que produce insomnio. El amoniaco es una toxina que se produce cuando las proteínas se degradan. Si el nivel de amoniaco es demasiado alto, por ejemplo, porque el hígado está sobrecargado, posiblemente  el amoniaco se acumulará en el cerebro, lo que conlleva que varias funciones trabajen mal y favorecerá entre otros problemas: El insomnio.

Para estimular la desintoxicación en el hígado e impedir que el amoniaco me perjudique tomo glutamina, ornitina y arginina en forma de un suplemento dietético. Debido a que estos aminoácidos transforman de forma sencilla el perjudicial amoniaco en una urea inofensiva.