Trastornos del sueño como signos de depresión

El auto-control es útil

Sufrir de insomnio, no necesariamente significa estar deprimido. Por el contrario, muchas personas que sufren depresión no tienen trastornos del sueño, más bien al contrario.

Sin embargo, es relativamente común, que los problemas de sueño indiquen una depresión. Este es especialmente el caso cuando padecemos un trastorno del sueño que no es producido por ninguna enfermedad. Las personas que lo padecen, deben tratar, en mi opinión, de intentar encontrar la raíz del problema y ser críticos consigo mismos. Debido a que a menudo estamos en la mejor posición para poder observar nuestros propios actos y saber si el insomnio es causado por una depresión o no.

La dificultad para conciliar el sueño es algo habitual

Cuando más se acerca la noche más sufre la gente con depresión porque se dan cuenta de que el resto de personas que habitan con ellos se van a dormir y que han de respetar que ellos quieran disfrutar de su descanso. Se sienten solos y es cuando comienzan los pensamientos negativos. La mente parece no encontrar reposo.

Para empeorar las cosas, es por la noche cuando se libera la melatonina tan necesaria para dormir. Con el aumento de la oscuridad esta «hormona del sueño» se libera. En principio, esta hormona debería hacer que sea más fácil conciliar el sueño, pero por desgracia si no podemos dormir esta hormona no hará sino que agravar la situación; nos quedamos despiertos y no podemos dormir, nos ponemos a analizar nuestra vida, nuestros problemas presentes y futuros o nos ponemos a pensar cosas irreales o absurdas. Este estado nos puede llevar a padecer una depresión.

Interrupción del sueño continuo

Una característica de los trastornos del sueño de origen depresivos es el hecho de que el que lo sufre ya no es capaz de pasar una noche completa dormido sin despertarse. Especialmente durante la madrugada, la depresión es difícil de soportar. Las personas que sufren de depresión, suelen a menudo y regularmente despertarse a la misma hora por la noche y; cuanto más grave sea la depresión más les cuesta volver a dormirse.

Si esta condición se extiende a lo largo de un período de tiempo, el déficit de sueño es tan grande que ya no se tienen reservas para el día a día y el rendimiento y el bienestar se ven afectadas de forma negativa.

Qué hacer si padecemos depresión e insomnio

Las personas que padezcan insomnio y sospechen que  puede estar causado por una depresión deben ponerse, en mi opinión, en tratamiento médico. El médico de cabecera puede ayudarnos recetándonos algo ligero o dándonos unas pautas que nos ayuden a tener un sueño relajado mientras esperamos a hablar con el especialista; y si lo que padecemos es algo pasajero, entonces, hasta que todo vuelva a la normalidad.

Por supuesto no todos los trastornos del sueño asociados con la depresión siguen un mismo patrón.

A la espera de una cita inicial con un especialista podemos leer libros sobre el tema, o entrar en foros que hablen en internet del insomnio, es importante, saber que le pasa a mucha gente, saber que les ha ayudado y que no, e incluso podemos unirnos a un grupo de apoyo.

Hay que tratar, en la medida en que sea posible de mantener una distancia con los problemas que desencadenaron la depresión o los originaron. Soy muy consciente de que esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero hay que intentarlo, a veces nos cegamos con el problema y le damos tantas vueltas que se nos olvida centrarnos en la solución o las causas.