El deporte como un remedio para el insomnio

La cantidad correcta en el momento adecuado

Cualquier persona que practique deporte sabe que después de practicarlo, está cansado. Los niños, por ejemplo, que practican deporte de forma regular, por lo general no tienen problemas para conciliar o mantener el sueño. Yo por lo menos no conozco ninguno. Lo importante es hacer deporte y tener una rutina de horario.

Y esto se aplica, en principio, también para nosotros los adultos. Sin embargo, el efecto positivo depende en gran medida de la actitud personal y la hora del día, en la que practiquemos deporte, pero en general si realizamos una actividad física tendremos menos problemas para conciliar el sueño.

Si el intervalo de tiempo entre la hora de acostarse y practicarlo es demasiado corto o la actividad es excesivamente fuerte, el deporte puede ser muy perjudicial para un sueño sano. En este tema como en tantas otras veces en la vida, hay que tomarlo en la dosis y momento justo. Si hemos practicado un deporte de mucha actividad, el cuerpo en lugar de estar cansado está más activo y excitado.

¿Por la mañana o por la noche?

Nos debemos asegurar de no practicar deporte durante las últimas horas de la noche, porque aumentamos nuestro pulso, lo que es bastante contraproducente para dormir. Y después de una primera fase de agotamiento en la mayoría de los casos a menudo nos sentimos frescos y llenos de energía, por lo que el sueño es aún más difícil.

Lo ideal es que el deporte sea practicado por la mañana o a primera hora de la tarde, ya que no solo no perjudica nuestro ritmo biológico sino que ayuda a tener un mejor sueño. Pero, ¿quién puede practicarlo a esas horas? Si no podemos hacerlo, debemos hacerlo antes o después del trabajo. En caso de tener un horario partido con muchas horas libres para comer, podría ser una alternativa practicarlo al mediodía, ya que si salimos tarde del trabajo, aparte de que de por si, es muy tarde para algunos, puede perjudicar nuestro ritmo biológico. Hay que saber dosificarlo correctamente para que nos ayude a ir a la cama más tranquilos y nos sea más fácil  reconciliar el sueño.

Menos es a veces más

Un deporte que no sea demasiado fuerte para el cuerpo, también puede funcionar si se practica tarde. Esto incluye paseos en bicicleta, paseos, no carreras, yoga, estiramientos, es decir, cualquier deporte que sea tranquilo. En este tipo de ejercicios la mente también puede desconectar y ayudar a desplazar los pensamientos desagradables. Además, la actividad deportiva de la tarde puede llegar a ser un ritual que nos ayude a descansar, y  haga que nos sea más fácil conciliar el sueño.

El deporte por la noche tiene el mismo efecto que durante el día: Después de un primer momento de fatiga, es estimulante; uno se siente fresco y saludable, hecho nada propicio para dormir.

Personalmente he notado en mí el efecto positivo de practicar Pilates o estiramientos por la tarde y combinarlo con un suplemento alimenticio con aminoácidos. Solo puedo decir que los viernes, día que practico Zumba en lugar de Pilates, salgo del gimnasio con ganas de irme de marcha y de tomarme una cerveza, cosa que no puedo porque me esperan mis hijos, pero el cuerpo está felizmente excitado.

Así que acordaros: Nada de actividades deportivas demasiado extenuantes o estimulantes.

En mi caso a parte de los paseos del sábado y el domingo, practico 2 veces a la semana pilates o yoga y 1 día zumba.

Lo ideal es integrar el deporte a nuestra rutina diaria.